Conversión de encendido de platinos a electrónico: ¿vale la pena o es traición a los clásicos?
Si eres un amante de los coches clásicos como yo, seguro en algún momento te has encontrado con esta gran pregunta existencial: ¿debo cambiar el encendido de platinos por uno electrónico o debo mantenerlo original?
Yo también pasé por esa duda. De hecho, me resistí durante años a hacer cualquier modificación que afectara la autenticidad de mi coche.
Pero un día, después de quedarme varado por enésima vez en medio de la carretera porque los platinos decidieron que ya habían trabajado suficiente, tomé una decisión.
Y en este artículo voy a contarte mi experiencia: los pros, los contras, el proceso y, sobre todo, si vale la pena o no.
Así que, si estás pensando en hacer esta conversión pero ainda no estás convencido, tómate una cerveza, siéntate cómodo y vamos a hablar de mecánica sin filtro.
Lo bueno y lo malo del encendido por platinos
Si tienes un clásico con motor carburado, lo más probable es que tu sistema de encendido aún funcione con platinos y condensador. Y déjame decirte que eso tiene tanto su encanto como sus malditas desventajas.
Ventajas del encendido por platinos
- Es original: No hay nada más puro que un motor que funciona exactamente como salió de fábrica.
- Fácil de reparar: Si se dañan, los puedes cambiar en cualquier parte con herramientas básicas.
- No necesita electricidad adicional: No dependes de módulos electrónicos que pueden fallar.
Desventajas del encendido por platinos
- Desgaste constante: Cada cierto tiempo tienes que calibrarlos, porque se desgastan y el coche empieza a fallar.
- Poca estabilidad en la chispa: Dependiendo del desgaste, la chispa del encendido puede ser más fuerte o más débil, afectando el rendimiento del motor.
- Menos eficiencia: Un encendido inestable significa una combustión menos eficiente, más consumo de combustible y menos potencia.
Y aquí es donde empieza el dilema: ¿quiero mantener mi coche lo más original posible o quiero que funcione mejor y sin dolores de cabeza?
Yo traté de aguantar con los platinos por puro romanticismo, pero después de varias fallas, ajustes constantes y sustos en la carretera, decidí dar el salto al encendido electrónico.
El proceso de conversión: más simple de lo que imaginé
Para ser honesto, pensé que sería un proceso complicado, pero no lo fue tanto.
El primer paso fue elegir el tipo de encendido electrónico que quería instalar. Tenía dos opciones:
- Encendido electrónico con módulo original de fábrica (como algunos coches de los años 80 empezaron a traer).
- Encendido electrónico con módulo moderno y sensor óptico o magnético (que elimina completamente los platinos y mejora la chispa).
Opté por la segunda opción porque era más confiable, más preciso y fácil de encontrar repuestos.
Herramientas y piezas necesarias
Para hacer la conversión, necesité:
- Un kit de encendido electrónico (compré uno compatible con mi motor V8).
- Bobina de alto voltaje (la original no sirve porque trabaja con menor potencia).
- Cables de bujía de mejor calidad (ya que la chispa sería más fuerte).
- Llave de ajuste y algunas herramientas básicas.
Costo total del kit: unos 200 €.
El cambio paso a paso
- Desmonté los platinos y el condensador. Esto es lo primero que hay que hacer para dar espacio al nuevo sistema.
- Instalé el módulo electrónico. Dependiendo del kit que elijas, puede ser un sensor óptico o magnético. En mi caso, era magnético y se colocó dentro del distribuidor.
- Conecté la bobina de alto voltaje. Esta parte es clave, porque la chispa será más fuerte y más eficiente.
- Revisé el cableado. El encendido electrónico necesita una buena conexión a tierra y una alimentación estable.
- Calibré el encendido. Aunque es electrónico, aún hay que ajustar el avance del distribuidor para que el motor funcione en su punto ideal.
En total, tardé unas dos horas en hacer la conversión.
Cuando terminé, llegó el momento de la verdad: giré la llave y… BOOM.
El coche encendió al instante, con una suavidad que jamás había sentido antes.
¿Vale la pena el cambio? Mis impresiones después de usarlo
Después de varias semanas con el encendido electrónico, estas son mis conclusiones:
Lo bueno del encendido electrónico
✅ Arranca más rápido. Se acabaron esos momentos incómodos girando la llave y rogando que encienda.
✅ Más estabilidad en el motor. La chispa es más fuerte y constante, lo que hace que el motor funcione de manera más pareja.
✅ Menos mantenimiento. Ya no tengo que estar ajustando ni reemplazando platinos a cada rato.
✅ Mayor eficiencia de combustible. Aunque no es una diferencia enorme, noté que el motor trabaja mejor y gasta un poco menos.
Lo malo (si es que hay algo malo)
❌ No es original. Si eres un purista, esta modificación puede parecer una herejía.
❌ Depende de un módulo electrónico. Aunque son confiables, si falla, necesitarás reemplazarlo (y no es tan fácil de reparar como los platinos).
Para mí, el balance es claro: valió totalmente la pena.
Entonces… ¿deberías hacer esta conversión?
Si estás dudando entre seguir con los platinos o pasarte al encendido electrónico, mi consejo es el siguiente:
🔹 Si usas tu coche clásico solo para exhibiciones y quieres que sea 100% original, quédate con los platinos. Sí, dan trabajo, pero forman parte de la experiencia de un coche antiguo.
🔹 Si usas tu coche regularmente y quieres evitar dolores de cabeza, el encendido electrónico es la mejor opción. Ganas en confiabilidad, rendimiento y tranquilidad.
Yo soy un apasionado de los coches clásicos, pero también me gusta disfrutarlos sin sufrir. Así que, aunque al principio me sentí un poco “traicionando” la esencia original del coche, al final me di cuenta de que esta modificación me permitió aprovecharlo mucho más.
Y tú, ¿sigues con platinos o ya diste el salto al encendido electrónico? ¡Cuéntame tu experiencia!
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Passionate about classic cars for as long as he can remember, Javier Montoro has dedicated his life to the search, restoration, and preservation of true gems on wheels. With years of experience purchasing, restoring, and maintaining vintage vehicles, he shares his knowledge, stories, and lessons learned on this blog.