Mantener los motores de mis clásicos en su mejor forma no es solo una tarea, es un ritual. Guardé este secreto durante mucho tiempo pero decidí compartirlo contigo: cómo mantengo los motores de mis clásicos.
Cada tuerca ajustada, cada gota de aceite, cada chequeo minucioso es parte de un proceso que no solo mantiene vivo al coche, sino que también me conecta con su historia. No hay nada como el sonido de un motor que arranca suave y potente después de una buena sesión de mantenimiento. Así es como lo hago.
1. Cambio de aceite: el alma del motor
Si hay algo que aprendí con los años es que el aceite es el alma del motor. Nunca dejo que pase demasiado tiempo sin cambiarlo. Dependiendo del uso y del tipo de motor, lo cambio cada 3.000 a 5.000 kilómetros. Y ojo, siempre uso aceites minerales o semisintéticos con las especificaciones adecuadas para motores clásicos. Nada de aceites modernos que puedan afectar los sellos y empaques originales.
2. Bujías y cables: chispa garantizada
No hay nada peor que un motor que pierde fuerza por una chispa débil. Cada cierto tiempo reviso las bujías y los cables. Si las bujías están carbonizadas o desgastadas, las cambio sin pensarlo. Y los cables, aunque parezcan bien por fuera, si tienen muchos años encima, pueden estar perdiendo eficiencia.
3. Sistema de refrigeración: el enemigo del sobrecalentamiento
Uno de los problemas más comunes en los clásicos es el sobrecalentamiento. Para evitarlo, reviso el radiador regularmente, limpio los conductos y cambio el líquido refrigerante según las recomendaciones del fabricante. Si noto alguna fuga, no la ignoro. Más vale arreglarla de inmediato antes de que termine en una catástrofe mecánica.
4. Carburador o inyección: el corazón del rendimiento
Muchos de mis clásicos tienen carburador, y mantenerlo limpio es clave. Cada cierto tiempo lo desarmo, limpio los chiclés y ajusto la mezcla de aire y combustible. Si es un coche con inyección, verifico los inyectores y sensores. Nada como un motor afinado que responde sin titubeos al pisar el acelerador.
5. Correas y mangueras: detalles que marcan la diferencia
No importa qué tan bien mantengas el motor si una correa vieja se rompe en pleno camino. Siempre reviso las correas de distribución, alternador y ventilador. Si noto grietas o desgaste, las cambio antes de que den problemas. Lo mismo con las mangueras del radiador y del sistema de combustible.
6. Filtros: pulmones del motor
Los filtros de aire, aceite y combustible cumplen una función vital. No dejo que pasen años sin cambiarlos. Un filtro de aire sucio puede afectar la potencia y el consumo de combustible, mientras que un filtro de aceite o combustible obstruido puede hacer que el motor sufra desgaste prematuro.
7. Batería y sistema eléctrico: sin energía, no hay vida
Un motor impecable no sirve de nada si el sistema eléctrico está fallando. Reviso la batería, limpio los bornes y verifico que el alternador esté cargando correctamente. Además, doy una mirada a los fusibles y conexiones para evitar sorpresas desagradables.
8. Pruebas y ajustes constantes
Cada cierto tiempo saco mis clásicos a rodar y escucho el motor. Si noto vibraciones extrañas, sonidos raros o cualquier pérdida de potencia, me pongo manos a la obra. A veces, un ajuste a tiempo puede evitar una reparación costosa.
El amor está en los detalles
Cómo mantengo los motores de mis clásicos no es solo una cuestión de mecánica, es una forma de respeto por estas máquinas que han resistido la prueba del tiempo. Con paciencia, dedicación y los cuidados adecuados, estos motores seguirán rugiendo por muchos años más.
Si compartes esta pasión, sabes de lo que hablo. Y si estás empezando en este mundo, recuerda: un clásico bien cuidado es un clásico eterno.
+Ver más: Importancia del cambio de aceite en coches de colección

Apasionado por los coches clásicos desde que tiene memoria, Javier Montoro ha dedicado su vida a la búsqueda, restauración y conservación de verdaderas joyas sobre ruedas. Con años de experiencia en la compra, restauración y mantenimiento de vehículos antiguos, comparte sus conocimientos, historias y aprendizajes en este blog.