Mira, como he dicho una y otra vez aquí, tengo años de experiencia con autos antiguos y de colección. Y algo que aprendí es que el mercado de piezas es un verdadero campo de minas. Por eso quiero enseñarte cómo identificar piezas falsas al restaurar un coche.
El mercado está lleno de piezas falsas disfrazadas de originales. Y no hablo solo de esos burdos intentos de imitación que hasta un principiante detectaría. Me refiero a piezas que podrían engañar incluso a los ojos más entrenados.
Hoy quiero contarte cómo hago para evitar caer en trampas y asegurarme de que cada pieza que coloco en mis clásicos sea 100% auténtica.
El peligro y cómo identificar piezas falsas
Cuando restauramos un clásico, cada pieza tiene una historia. No es solo un trozo de metal o plástico; es parte del alma del auto. Ponerle una pieza falsa es como arruinar su esencia. Pero, ¿cómo evitar que te vendan una falsificación disfrazada de original? A lo largo de los años, he aprendido algunos trucos que pueden salvarte de un gran dolor de cabeza.
+Cómo encontrar piezas raras para coches clásicos
1. Investiga antes de comprar
Lo primero es conocer la pieza que necesitas. No basta con saber el nombre; tienes que investigar códigos, marcas, diseños y hasta los pequeños detalles que diferencian una original de una copia. Existen catálogos antiguos, foros especializados y clubes de entusiastas que pueden ser una mina de oro de información.
2. Examina los detalles con lupa
Las piezas originales tienen ciertos acabados, texturas y marcas que las copias baratas no pueden replicar. Las inscripciones en los metales, la calidad de las soldaduras o incluso el peso pueden darte una pista. Una vez me intentaron vender una parrilla para un Mustang del 67 que, a simple vista, parecía legítima, pero cuando la toqué, sentí que el metal era más ligero. Investigando, descubrí que las originales eran más pesadas y robustas.
3. Compara con una original
Si tienes acceso a una pieza original, colócala al lado de la que te están vendiendo. Observa las diferencias en los materiales, colores y hasta en la tipografía de las marcas o números de serie. Muchas falsificaciones fallan en estos detalles.
4. Compra a vendedores confiables
Los mercados online están llenos de vendedores que prometen piezas “originales” a precios demasiado buenos para ser verdad. Si ves un carburador original a un precio de risa, desconfía. Siempre verifica la reputación del vendedor, lee comentarios y, si es posible, compra en tiendas especializadas o con garantía de devolución.
5. Confía en tu instinto
Si algo no te cuadra, probablemente haya un motivo. Recuerdo una vez que estaba a punto de comprar un volante para un Chevrolet Bel Air. Todo parecía en orden, pero algo en la textura del cuero no me convencía. Decidí no comprarlo y, días después, un amigo me mostró la diferencia entre uno original y una réplica. La mía era una copia barata que se iba a desgastar en meses.
6. Consulta a expertos
Si tienes dudas, acude a un especialista en el modelo que estás restaurando. Hay restauradores, mecánicos y coleccionistas que pueden ayudarte a verificar la autenticidad de una pieza. Un buen ojo experto puede ahorrarte mucho dinero y problemas.
7. Cuidado con las piezas remanufacturadas
No todas las piezas “no originales” son malas. Algunas piezas remanufacturadas son de excelente calidad, incluso mejores que las originales. Pero hay que saber diferenciarlas de las falsificaciones. Si una pieza remanufacturada es transparente en cuanto a su origen y calidad, puede ser una excelente opción.
8. No te dejes llevar solo por la apariencia
Algunas piezas falsas están tan bien hechas que engañan a simple vista. Por eso, no te bases solo en la apariencia. Si tienes la oportunidad, prueba la pieza antes de comprarla. Un carburador falso puede tener fugas, una bomba de gasolina puede fallar en poco tiempo y una bujía de baja calidad puede afectar el rendimiento de tu motor.
Restaurar un clásico es un arte
En este mundo de los clásicos la prisa es enemiga de una buena restauración. Identificar piezas falsas requiere paciencia, investigación y, sobre todo, experiencia.
Pero con el tiempo, tu ojo se afina, tu intuición mejora y las trampas del mercado ya no te toman por sorpresa. Así que si estás restaurando tu clásico, tomate el tiempo de aprender, comparar y, sobre todo, disfrutar del proceso.
Porque al final, nada se compara con la satisfacción de ver tu auto renacer con piezas genuinas y llenas de historia.

Apasionado por los coches clásicos desde que tiene memoria, Javier Montoro ha dedicado su vida a la búsqueda, restauración y conservación de verdaderas joyas sobre ruedas. Con años de experiencia en la compra, restauración y mantenimiento de vehículos antiguos, comparte sus conocimientos, historias y aprendizajes en este blog.