Descubre mi experiencia personal con casos de accidentes y cómo se resolvieron un buen seguro para coches clásicos puede marcar la diferencia. Casos reales y soluciones efectivas.
Mi primer susto con el Mustang del 67
Nunca olvidaré aquella tarde de domingo. El sol brillaba y las carreteras secundarias de la costa mediterránea parecían invitarme a disfrutar de mi recién restaurado Ford Mustang del 67. Después de tres años de trabajo meticuloso, finalmente podía disfrutar de cada curva con aquel precioso coupé rojo.
Lo que empezó como un día perfecto se convirtió en una pesadilla cuando un turista distraído con su smartphone cruzó la línea central e impactó contra mi guardabarros delantero izquierdo. El ruido de metal retorciéndose me dejó helado. Mi joya, mi bebé, mi proyecto de pasión estaba dañado.
En ese momento, agradecí haber seguido el consejo de mi tío Miguel, coleccionista veterano, quien insistió en que contratara un seguro para coches clásicos especializado y no una póliza estándar. «La diferencia», me dijo, «no la notarás hasta que la necesites».
Y vaya si tenía razón.
Por qué los seguros convencionales no funcionan para clásicos
Antes de compartir cómo se resolvió mi caso y otros similares, permíteme explicarte algo fundamental que aprendí por las malas: los seguros convencionales y los seguros para coches clásicos son mundos completamente diferentes.
En un vehículo moderno, las aseguradoras calculan la depreciación y, en caso de siniestro total, te pagan el valor de mercado actual (siempre inferior al precio de compra). Pero con un clásico, la situación se invierte: su valor suele aumentar con el tiempo si está bien conservado.
Cuando mi amigo Carlos tuvo un accidente con su Mercedes 280SL Pagoda de 1970, su seguro convencional quería pagarle apenas 15.000€, cuando el valor real en el mercado superaba los 80.000€. Su caso me confirmó que yo había tomado la decisión correcta.
+Ver más: Seguro para coches clásicos: ¿vale la pena proteger tu reliquia?
Casos reales de accidentes con coches clásicos y sus resoluciones
Mi caso: El Mustang y la valoración acordada
Tras el accidente de mi Mustang, el proceso con mi aseguradora especializada fue sorprendentemente fluido:
- Activé el servicio de asistencia específico para clásicos
- Un camión plataforma especializado (no una grúa convencional) recogió el vehículo
- La aseguradora me ofreció elegir entre su taller especializado o el mío de confianza
- Un perito especializado en restauraciones clásicas evaluó los daños
Gracias a la valoración acordada de mi póliza (habíamos establecido un valor de 45.000€ para el vehículo), no hubo discusiones sobre depreciación o valor de mercado. La reparación, que incluyó la fabricación artesanal de piezas ya descatalogadas, ascendió a casi 8.700€ que la aseguradora cubrió íntegramente.
El coche quedó perfecto, respetando la originalidad y utilizando procesos de restauración adecuados. No cualquier taller sabe cómo trabajar con la chapa de los 60, y ese conocimiento especializado hizo toda la diferencia.
El caso de Elena: Ferrari Dino y el incendio en el garaje
Mi amiga Elena vivió una pesadilla cuando un cortocircuito en el sistema eléctrico de su garaje provocó un incendio que afectó parcialmente a su Ferrari Dino 246 GT de 1972. Un vehículo valorado en más de 300.000€.
Su seguro para coches clásicos no solo cubrió los daños, sino que:
- Trasladó el vehículo a Italia, a un taller especializado de Ferrari Classiche
- Cubrió la importación de piezas originales del departamento de heritage de Ferrari
- Financió el alojamiento para que Elena pudiera visitar el taller y supervisar parte del proceso
- Emitió certificados de autenticidad post-restauración que mantuvieron el valor del vehículo
El proceso tardó casi 9 meses, pero el resultado fue asombroso. Si hubiera tenido un seguro contra accidentes convencional, probablemente habrían declarado el coche como siniestro total y Elena habría perdido su tesoro familiar.
El caso de Jorge: Colisión múltiple en un rally clásico
Durante el Rally Costa Brava Histórico de 2019, mi colega Jorge sufrió un aparatoso accidente cuando otro participante perdió el control en una curva e impactó contra varios vehículos, entre ellos su Porsche 911 SC de 1982.
Los informes de casos de accidentes en rallies históricos suelen ser complicados por la naturaleza competitiva del evento. Sin embargo, su seguro especializado en clásicos deportivos contemplaba específicamente la participación en eventos históricos (algo que muchas pólizas excluyen).
La resolución incluyó:
- Peritaje especializado con conocimiento del modelo y sus particularidades
- Restauración completa supervisada por especialistas de Porsche Classic
- Cobertura de piezas originales, incluso las más raras y costosas
- Compensación por la pérdida de valor del vehículo post-restauración (un concepto que las aseguradoras convencionales ni contemplan)
Aspectos clave que marcaron la diferencia en estos casos
Analizando mi experiencia y la de otros coleccionistas, puedo identificar elementos cruciales que determinaron una resolución satisfactoria:
Valoración acordada vs. Valor de mercado
El elemento más importante de un buen seguro para coches clásicos es la valoración acordada. En mi caso y en el de Elena, tener un valor predeterminado y documentado evitó discusiones sobre cuánto valía realmente el vehículo.
Recomiendo actualizar esta valoración cada 18-24 meses, ya que el mercado de clásicos puede experimentar cambios significativos. Mi Mustang, por ejemplo, ha aumentado un 28% su valor desde que lo aseguré por primera vez.
Talleres especializados y piezas originales
Las aseguradoras convencionales suelen derivar los siniestros a talleres concertados que carecen de experiencia con vehículos históricos. Los informes de casos de accidentes demuestran que esto resulta en reparaciones inadecuadas que pueden depreciar significativamente el vehículo.
Mi aseguradora me permitió elegir un taller especializado, lo que garantizó que:
- Se respetaran los métodos de construcción originales
- Se utilizaran piezas adecuadas (originales o fabricadas artesanalmente)
- Se mantuviera la patina y el aspecto de época donde correspondía
Servicios adicionales críticos
Aspectos que marcaron la diferencia en nuestros casos:
- Asistencia en carretera con plataformas específicas (no grúas convencionales)
- Cobertura durante eventos y exhibiciones
- Almacenamiento temporal durante la reparación
- Compensación por depreciación post-reparación
- Asesoramiento de expertos en restauración
Lecciones aprendidas y consejos para otros coleccionistas
Después de mi experiencia y de analizar numerosos informes de casos de accidentes, comparto estas recomendaciones:
- Documenta exhaustivamente tu vehículo: fotografías detalladas, tasaciones profesionales, facturas de restauración y mantenimiento. Esto fue crucial cuando tuve que demostrar el estado pre-accidente de mi Mustang.
- Revisa las exclusiones de la póliza: mi amigo Pedro descubrió demasiado tarde que su seguro no cubría desplazamientos a exposiciones internacionales cuando sufrió un percance en Francia.
- Verifica la cobertura para conductores adicionales: cuando presté mi clásico a mi hermano para su boda, me aseguré de que estuviera específicamente cubierto.
- Pregunta por la depreciación post-reparación: algunas pólizas premium compensan la inevitable pérdida de valor tras un accidente importante.
- Considera cobertura para piezas en proceso de restauración: si restauras tú mismo, asegúrate de que las piezas desmontadas también estén cubiertas.
La tranquilidad no tiene precio
Mi accidente con el Mustang podría haber sido el final de mi pasión por los clásicos. En cambio, se convirtió en una anécdota más y en una valiosa lección sobre la importancia de un seguro para coches clásicos adecuado.
Hoy, cinco años después, mi colección ha crecido y cada vehículo tiene su póliza especializada. El pequeño sobrecoste comparado con seguros convencionales ha valido cada céntimo cuando he necesitado utilizarlo.
Si eres propietario de un clásico o estás pensando en adquirir uno, no escatimes en protegerlo adecuadamente. Como solemos decir en nuestro club: «Somos custodios temporales de estas joyas históricas», y parte de esa responsabilidad implica protegerlas adecuadamente para las futuras generaciones.
¿Has tenido alguna experiencia con siniestros en coches clásicos? Me encantaría leer tus comentarios y ampliar este catálogo de informes de casos de accidentes que pueda ayudar a otros aficionados.

Ha sido un apasionado de los coches clásicos desde que tiene uso de razón. Su historia comenzó en el garaje de su abuelo, observando la cuidadosa restauración de un Chevrolet Bel Air de 1957. Fue en ese espacio, entre el olor a grasa y las historias contadas, donde descubrió su amor por las viejas cuatro ruedas.